top of page

ENTREVISTA/ Margot Reyes, encargada de misión para el proyecto SEEDS



¿Te puedes presentar?

Me llamo Margot Reyes, tengo 27 años y trabajo en la Universidad de Toulouse (antigua Universidad Federal) desde hace seis meses.

Me encargo del proyecto de Sensibilización de los Estudiantes a los Retos de Transiciones Sociales y Ecológicas (SEEDS). Este proyecto tiene una duración de dos años, pero al conocer el contexto de hoy en día, estamos seguros de que estos retos van a durar y que los puestos se van a desarrollar.



¿Nos puedes contar tu trayectoria?


Nací en Guayana Francesa y viví allí durante once años. Pienso que es una de las razones principales por las cuales he decidido comprometerme en cuanto a los retos ambientales. Mi padre trabajaba en la estación espacial y mi madre en el ámbito asociativo. Ella lanzó un centro recreativo para los niños ya que nunca teníamos clases por la tarde.


Cuando era niña, la protección de las tortugas fue algo que hicimos desde temprano en el Bosque Amazónico. Así al mismo tiempo descubrí la riqueza de la biodiversidad, pero también el incremento del nivel del mar que empezó a destruir las casas en Guayana. Luego, nos mudamos a la metrópoli y empecé a estudiar biología y después bioquímica. Sin embargo, no me gustaba el hecho de aprender todo de memoria y aplicar este tipo de método. Por eso abandoné.


En ese momento, mi compañera de piso participaba en la financiación de un documental realizado por Cyril Dion que se llamaba “Demain”. Como era una financiación participativa, recibió entradas de cine. Cuando ví la película, decidí oficialmente trabajar en el ámbito medioambiental.


Me orienté a estudiar Ingeniería del Medioambiente en Toulouse y una maestría en Medio Ambiente y Derecho en Rennes.

Luego estuve de prácticas en el Museo Nacional de Historia Natural en París y en el Conservatorio del Litoral.


Cuando obtuve mi diploma, me fui a Japón donde trabajé de camarera y regresé a Francia justo antes de la crisis del Covid-19. Al regresar, trabajé en una pequeña asociación que acababa de ser lanzada en Caen. Tenía que encargarme de proyectos para acompañar a la transición territorial. Trabajé con personas que pertenecen a categorías socio-profesionales más conscientes en cuanto a los retos medioambientales, desde los jóvenes, hasta los jubilados.



¿Por qué decidiste comprometerte en este proyecto?


El proyecto SEEDS, bueno, creé mi empresa cuando llegué a Toulouse. Me gustaba mucho el hecho de acompañar a las colectividades, los grupos, montar proyectos con respecto al medio ambiente y la transición.

Entonces, monté mi empresa y al inicio, trabajé un poco para Surfrider, una ONG en Biarritz que protege los océanos, principalmente de la contaminación del plástico.


Vi esta oferta de 18 meses para trabajar en un contexto que no conocía: la universidad. Y después de haber pasado 6 años en la universidad, sé que me encanta el mundo académico, es muy rico.


Así que encontrar personas de todos los horizontes y trabajar sobre esos sujetos en este mundo de la universidad durante 18 meses era perfecto, porque me permitía también conocer a personas de la sociedad civil, como los medios, las colectividades, y trabajar con representantes públicos. Empieza un poco a ser el caso, cuando organizamos eventos, me permite crear esta red y entender el contexto local.

Porque cuando trabajamos a pequeña escala, es indispensable conocer su territorio, como quién es el alcalde, quién está a favor o está en contra, quiénes están detrás de los grandes movimientos de la ciudad. Especialmente en Tolosa , es muy importante lo que pasa sobre los retos de la transición en tu territorio.



¿A quién quieres sensibilizar y por qué?


A día de hoy, trabajo con el público estudiantil y los profesores-investigadores. Así que tengo un público bastante joven desde los 18 años hasta los 23 años. Es un poco distinto a personas con las cuales he trabajado antes ya que ahora se trata de individuos que no se sienten realmente competentes o que simplemente no saben lo que significan los retos medioambientales. Por consiguiente, los objetivos siguen siendo los mismos pero hay que adoptar otra estrategia de sensibilización.


Me parece muy interesante trabajar con los estudiantes porque primero, hay mucho que hacer con ellos, y luego, pienso que sensibilizar a personas que ya son mayores de edad y que tienen el derecho al voto, que ya han elegido sus programas de estudios, es decir personas independientes, me parece más fácil ayudarlos a responsabilizarse. Me siento más cómoda hablando con la gente que tiene un papel activo en la sociedad.

Además, quería trabajar con colectividades para formarlas, como el Consejo Municipal. No pienso que sea la única que tenga esta idea pero me encantaría. Y quizás también pueda trabajar con las Pymes.



Quizás sea una pregunta un poco trivial, pero ¿por qué es importante sensibilizar?


No es una pregunta trivial, al contrario,es una pregunta muy interesante. Hay etapas para la acción. Los estudios apuntan a que la primera etapa para actuar era saber. Y saber es aprender. La segunda etapa es de hacer saber y de actuar por sí mismo. Así que la sensibilización para mi es encontrar el término medio entre el aporte de conocimientos y la puesta en marcha. Me gusta la palabra sensibilización porque significa despertar la sensibilidad de la gente que nos rodea. Hoy en día, nos damos cuenta de que las personas apasionadas por la montaña y los bosques tenderán más a proteger los espacios naturales que alguien que creció en la ciudad y que nunca se preguntó de dónde venía una remolacha. Demuestra que hay una relación entre la sensibilidad y las emociones. Sensibilizar es indispensable. Así que es importante sensibilizar para guardar todos los que están comprometidos y para “sembrar semillas” en personas que después actuarán.



Y cuando ya estamos sensibilizados, ¿cómo podemos actuar a nuestra escala?


Esta pregunta es un poco más complicada porque depende muchísimo. En realidad creo que la receta de un compromiso que dura es nutrirse continuamente de conocimientos y hechos conectados al mundo que nos rodea. Todo está conectado a un ecosistema. Vivimos en un sistema interconectado en el que hay ámbitos que me interesan más que otros, y en esos ámbitos hay seguramente algo que causa problemas, porque hay problemas en todos los ámbitos. Así que si hago algo que me gusta, y que en lo que me gusta hay algo que mejorar, ¡pues vamos! Puedes hacerlo en todos los ámbitos, y cuanto más haces cosas que te gustan, más va a durar en el tiempo. Otro ingrediente indispensable en la receta es el hecho de rodearse, porque solo tendrás menos impacto y no durará mucho.



 

Entrevista realizada por Chloé BOUGAULT, Justine LAPIERRE y Morgane GIROUX


Comments


bottom of page