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ENTREVISTA/ Anónimo

La persona entrevistada prefiere quedar en anónimo.


¿Por qué tiene que ser anónimo?


En mi caso, mi familia y yo fuimos partícipe en el primer mes de manifestaciones, también ayudamos recolectando y repartiendo víveres para los atrincherados en las diferentes universidades de Managua.


Al tener un comercio y vivir en una comunidad suficientemente pequeña como para ser reconocidos rápida y fácilmente, mi familia y yo fuimos fichados como “Azules y blancos” -aquellos que están en contra del gobierno y se manifiestan únicamente con la bandera de Nicaragua (que es azul y blanco), también se dice (por partidarios y el gobierno en sí) que los azules y blancos son los golpistas, hijos de yankees, derechistas. Yo, al ser estudiante de una universidad que goza del 6% (los fondos públicos para la educación superior) me involucré aún más en todas las manifestaciones, paros y tranques y fui fichada de “terrorista”. Por temor a ser secuestrados y encarcelados nos exiliamos en junio a un país vecino, ya que en mayo el gobierno mandó a buscar a todo aquel que estuvo implicado de alguna forma con los azules y blancos.


Volvimos a Nicaragua ya que fui aceptada en la universidad de Toulouse y tuve que volver para tener todos mis papeles en regla. Volvimos pero con un perfil bajo y completamente silenciados.


Qualquiera que quiera alzar la voz en contra del gobierno o por el simple hecho de hablar u opinar sobre los acontecimientos pasados es considerado como traidor de la patria.

Se hizo una reforma para poder demandar y encarcelar a todo aquel que hiciera pública su opinión en contra del gobierno, principalmente en redes sociales.


Las repercusiones para mi familia y para mí, si mi nombre llegase a salir a la luz en cualquier tipo de discurso en contra del gobierno, serían catastróficas, pagaríamos con la clausura de nuestro comercio, captura de algún miembro de mi familia y para mí significaría jamás poder volver a pisar mis tierras.




¿Cómo era tu vida en Nicaragua, antes de los problemas y después?


Nicaragua, siendo un país lleno de costumbres y tradiciones, antes del 19 de abril estaba lleno de vida, semanal se podían ver actividades por las calles, principalmente católicas (procesiones, veladas) las cuales se celebran con fuegos artificiales acompañados siempre de una banda (grupo de música:trompetas, tambores), así como las fiestas patronales de cada municipio (siempre hay una cada mes en algún municipio de Nicaragua). También se podían ver bailes nacionales que toman lugar por las calles de cada departamento.


Era un país lleno de turistas, siempre se sentía aquella alegría por las calles, en cada rincón de Nicaragua se podía sentir la idiosincrasia folklórica del nicaragüense.


Al llegar la crisis, todo cambió. La iglesia católica ya no está autorizada a usar pólvora (fuegos artificiales) -esto por las armas caseras que hacía el pueblo para luchar en contra las represiones policiacas (morteros, cohetes). No se permite ningún tipo de congregaciones de gente en la calle, puesto que puede convertirse en manifestación en contra del gobierno, así se perdió la alegría de las calles de Nicaragua.




¿Cambiarías algo?


No cambiaría nada. Nicaragua lleva muchos años bajo esta dictadura orteguista disfrazada de república. Ya era hora de levantarse y luchar contra ello. Me da mucha pena por mi generación y mi gente tener que pasar por esta crisis, pero es un paso crucial y esencial para la instauración de la democracia. Tengo la fe y la certeza que algún día Nicaragua volverá a ser libre y soberana.




Podrías contar tu experiencia en las manifestaciones.


La primera manifestación de la que fui parte fue el 19 de abril en la tarde, el primer día que comenzó a levantarse toda la gente de todos los departamentos. Las primeras dos horas nos dejaron manifestarnos sin represiones. Al caer la noche llegaron las turbas sandinistas a agredirnos, tirarnos piedras y perseguirnos con bates, apuntándonos con morteros. Esa fue la noche donde Nicaragua explotó, en menos de 30 minutos en mi municipio ya se habían hecho tres trincheras(1). Hubo fuertes enfrentamientos de los orteguistas en contra del pueblo, esa noche hubo tres muertos por bala.


Al día siguiente me movilicé para crear un centro de acopio en mi casa y llevar víveres a los atrincherados, cada noche se repetía la misma historia, esta vez junto con los antimotines reprimiendo al pueblo, tirando a matar. La mayoría de los heridos y muertos eran estudiantes… amigos, colegas, conocidos… una gran pérdida y dolor que dejo.


Hubo un par de marchas gigantes en la capital y en el departamento de la cuna del folklore nicaragüense, Masaya. Estas no fueron agredidas por las primeras horas, empezaron a reprimir hasta que cayó la noche.


Fui partícipe principalmente en los tranques(2), ubicados en puntos estratégicos de la carretera panamericana. El último en el que fui partícipe mis padres me llegaron a traer 10 minutos antes que los antimotines llegasen a atacar.


No todos corrimos con la misma suerte, tengo la oportunidad de todavía poder llegar a mi país y ver a mis familiares y amigos. En comparación con todos los exiliados y presos políticos, yo fui de las muy pocas privilegiadas al tener libertad.


¡Viva Nicaragua libre!



(1) Zanja defensiva que permite disparar a cubierto del enemigo (https://www.rae.es/)

(2) bloqueo de las carreteras



 

Entrevista realizada por Iola THAKUR


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